¿Como me sacaron del clóset?
"Hola 
Mi nombre es Daniela, pero suelen llamarme Dani, tengo 18 años y esta es mi historia....
Es un poco triste, resulta que yo vengo de una familia completamente religiosa y por ende es muy "natural" que casi todos (por no decir todos) sean homofóbicos, en aquel entonces yo me encontraba en una relación con la que en un pasado había sido mi mejor amiga. Una noche mi mamá había entrado a mi cuarto para recoger unos esmaltes (yo estaba ausente), en su búsqueda revolvió todo mi clóset y en el se encontraba una carta que me había hecho la que había sido mi novia así que mi mamá la vio y quiso saber que tenía dentro (claramente no hablaba de una hermosa amistad 
) sino de lo bonito que era poder estar juntas, mi mamá se acercó al lugar de la casa en donde me encontraba y lo primero que hizo fue pegarme una cachetada, me dijo que era una mentirosa y que no sabía realmente con quién estaba viviendo, me mostró la carta, me miró con asco y desprecio, me dijo que le daba asco leer las cosas que yo estaba haciendo y que el simple hecho de imaginarlo le revolvía todo, continuó con el discurso de que Dios había creado a hombre y a mujer por algo y que yo estaba jugando con los deseos de su Dios, que me iba a ir al infierno y que me estaba dejando ensuciar el alma por un montón de demonios que me susurraban todo aquello que estaba haciendo, amenazo en hablar con ella, me intento quitar el celular y menciono varias veces en hacer lo que estuviera en sus manos para alejarme de ella, recuerdo que me pedía una y otra vez que le pasará su número pues tenía que dejarle en claro que no podía meterse conmigo y yo en medio del shock y los golpes que me generaban sus palabras solo podía pensar una cosa, debo cuidarla, no me importaba el daño que causaba cada palabra me repetía una y mil veces que lo valía que ella lo valía, que en algún punto el dolor se iba acabar y... Sin importar que yo no iba a dejar que se le acercarán.
) sino de lo bonito que era poder estar juntas, mi mamá se acercó al lugar de la casa en donde me encontraba y lo primero que hizo fue pegarme una cachetada, me dijo que era una mentirosa y que no sabía realmente con quién estaba viviendo, me mostró la carta, me miró con asco y desprecio, me dijo que le daba asco leer las cosas que yo estaba haciendo y que el simple hecho de imaginarlo le revolvía todo, continuó con el discurso de que Dios había creado a hombre y a mujer por algo y que yo estaba jugando con los deseos de su Dios, que me iba a ir al infierno y que me estaba dejando ensuciar el alma por un montón de demonios que me susurraban todo aquello que estaba haciendo, amenazo en hablar con ella, me intento quitar el celular y menciono varias veces en hacer lo que estuviera en sus manos para alejarme de ella, recuerdo que me pedía una y otra vez que le pasará su número pues tenía que dejarle en claro que no podía meterse conmigo y yo en medio del shock y los golpes que me generaban sus palabras solo podía pensar una cosa, debo cuidarla, no me importaba el daño que causaba cada palabra me repetía una y mil veces que lo valía que ella lo valía, que en algún punto el dolor se iba acabar y... Sin importar que yo no iba a dejar que se le acercarán.Tiempo después de un gran discurso religioso mi papá intervino diciendo que no podrían vivir conmigo de esa manera y que me iban a echar de la casa para que supiera lo que realmente era la vida, después mi mamá continuo diciendo que le daba asco saber que tenía una hija así y que se sentía muy decepcionada pues no sabía con qué clase de hija estaba viviendo.
Actualmente lo pienso y digo: No quería, no estaba lista para salir de mi clóset, aún estaba tratando de entender y aceptar mi orientación sexual, estaba vulnerable, me dolía sentirme enferma y saber que realmente no lo estaba. Hoy en día cuando pienso en esa Dani a la que hicieron tanto daño (por el hecho de que le gustan las mujeres) me gustaría abrazarla, decirle que todo estará bien, que sus padres nunca la van aceptar pero que ella si lo hará y se sentirá muy orgullosa de quien es y quien seguirá siendo, que llevara muy orgullosa los colores de su corazón y que dirá con toda la paz y certeza del mundo que 𝒏𝒐 𝒔𝒆 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒑𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒆𝒔 𝒉𝒐𝒚 𝒆𝒏 𝒅𝒊́𝒂. 
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